lunes, 18 de febrero de 2013

El Nitrógeno Líquido

El nitrógeno líquido es un gas licuado a temperatura criogénica, incoloro e inodoro. Debido a las temperaturas extremadamente bajas, la manipulación descuidada del nitrógeno líquido puede resultar en quemaduras por frio y hasta pérdida de la parte del cuerpo afectada

El nitrógeno líquido es utilizado con distintos propósitos. En la actualidad se ha vuelto común su uso en restaurantes para congelar de forma instantánea alimentos y bebidas o para crear nubes de vapor para decorar un plato.

“Si tomas más de unas pocas gotas de nitrógeno líquido, éste se congelará y se tornará sólido frágil como un vidrio. Imagina si eso pasa dentro del canal alimenticio del estómago (...) El líquido también recoge rápidamente el calor, hierve y se transforma en gas”.
 
LA CONGELACIÓN
 
La congelación es, al igual que la liofilización, uno de los métodos de mantenimiento más utilizados, porque se logran los períodos de conservación más largos (superiores a los veinte años, cuando se utiliza nitrógeno líquido).

En el proceso de congelación, lo más importante es controlar la velocidad de disminución de la temperatura, porque, si es muy lenta, los cristales que se forman a partir del líquido contenido en las células serán muy grandes y pueden romper la membrana celular.

Existen algunas sustancias, como el dimetil sulfóxido (DMSO) y el glicerol, que ayudan a proteger los microorganismos durante el proceso de congelación; se conocen como crioprotectores. Estas sustancias tienen un bajo punto de congelacín (menor a 0 °C), por lo que reducen la velocidad de congelación de los componentes de la célula microbiana.

El método de congelación no necesita mucha mano de obra, pero el costo del equipo y del mantenimiento de los cultivos es alto. Si se presenta una falla mecánica o un corte en el suministro eléctrico, y no se han tomado las previsiones necesarias, el material se puede perder. Durante el transporte, el cultivo debe permanecer congelado (implica tener equipo de congelación que pueda ser transportado) o se debe hacer crecer en un tubo inclinado, lo cual también representa una desventaja, por los problemas que conlleva la resiembra.

El proceso de congelación se puede clasificar, con base en la temperatura en la que se lleva a cabo, en: Congelación Ordinaria; Congelación Ultrafría; Congelación Con Nitrógeno Líquido.

Congelación Ordinaria
 
Durante la congelación ordinaria se mantiene temperaturas de -5 a -20 °C; en este intervalo, los microorganismos permanecen viables (es decir, una vez descongelados, los microorganismos conservan todas sus funciones y características) por uno o dos años (Drew, 1986). El método no se recomienda para periodos de almacenamiento mayores.

Congelación Ultrafría
 
El cultivo por congelar se recoge directamente por centrifugación de una suspensión de microorganismos, o se prepara raspando una muestra de la suspensión en un tubo con las condiciones adecuadas para su crecimiento. Luego, el cultivo se suspende en un medio con glicerol o DMSO. La suspensión se coloca en tubos especiales. La congelación ultrafría se efectúa en congeladores mecánicos, a temperaturas entre -50 °C y -80 °C.

Debe controlarse la velocidad de congelación de los microorganismos para mantener su viabilidad y que la cepa no sufra daños irreparables. Dalby (1983) recomienda congelarlos a una velocidad de 1 a 2 °C/min hasta llegar a -30 °C; después de alcanzar esta temperatura, se acelera el proceso de congelación hasta lograr la temperatura deseada. Drew (1986) ha observado que las cepas se conservan bien, durante cinco años, a -40 °C.

La Congelación Con Nitrógeno Líquido
 
El método de conservación por congelación más recomendado es el que utiliza nitrógeno líquido, porque se logran temperaturas de -150 a -196 °C (Stanbury y Whitaker, 1987). La velocidad de congelación debe ser 1 a 2 °C/min hasta alcanzar una temperatura de -30 °C, luego, 1 °C/min hasta -56 °C, después, se colocan las muestras directamente en nitrógeno líquido para acelerar el proceso de congelación.

El metabolismo celular se detiene completamente a partir de los -130 °C; por esta razón, si el microorganismo soporta el proceso de congelación, su viabilidad permanece durante muchos años. Una de las principales ventajas de este método es que son innecesarias las resiembras, por lo que se reducen al mínimo los riesgos de contaminación y los cambios genéticos y bioquímicos en el microorganismo. Sin embargo, el costo del equipo requerido es alto y es necesario mantener un suministro constante de nitrógeno, lo que encarece el proceso. Además, es imprescindible tomar previsiones en cuanto a fallas mecánicas y eléctricas para evitar perder toda una colección.

 

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